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19 de marzo de 2017

TRES años de teta: DESTETE

Hace más o menos un año escribía sobre el destete progresivo (aquí).
Os contaba que apostaba por un destete progresivo y tras una etapa de "living la teta loca" logramos un amamantamiento normal para mí (de 5-2 tomas diarias).

La técnica del No Ofrecer, No Negar dio maravillosos resultados, sumada a la técnica de distraer y el factor padre.
Al ver que no se la negaba Pirata volvió a relajarse y a sentirse seguro de que si la necesitaba ahí la tenía disponible.
Distraerle en casa a cierta edad no funcionaba mucho, así que opté por parques y ludotecas y durante un breve tiempo hasta gocé de la ayuda de un ángel/niñera mágica.
Con esto perdí dos cosas importantes, la toma larga de después de comer y la siesta. Mi teoría de que mi leche es opiácea para mi hijo es absolutamente cierta. Sin teta no hay siesta.

Con el factor padre y el traslado del niño a su habitación se acabaron las tomas nocturnas, resulta que el mozalbete se desvelaba con los ronquidos (atronadores, ¿los oís? no es una tormenta, ¡es mi marido!) de su padre y claro, a mi hijo le gusta dormirse rápido y no sabe hacerlo solo, así que... "tetita pofavó".

Desde hace meses hace una toma al día, como mucho dos y a veces, si se dormía en el coche, pasaba un par de días sin toma. Así empezó la despedida.
Al principio me dolían y acababa metiéndome en la cama de Pirata para que tomara un chupito y liberara presión tetil. Pero en breve eso dejó de suceder, no me dolían. La producción iba disminuyendo progresivamente.
Cómo sabía que el fin estaba cerca empecé a disfrutar con los 5 sentidos cada toma por si era la última, fueron muchas tomas así, maravillosas, tranquilas, de mirarnos a los ojos, verle dormirse a mi pecho, de oler su pelo que siempre huele tan bien, de escuchar en silencio y sentir nuestros corazones latiendo tan cerquita, ese sabor dulce en los labios de cuando te sientes plena y feliz.
El sentimiento de que tanto sacrificio, dolor, escozor, etc, tenía una grata recompensa al final del camino que bien valía todo esfuerzo.
No di el pecho por su salud, ni por recomendaciones, ni por sentirme más mujer, lo hice porque me dio la real gana, aunque a veces quise dejarlo y dudé de mí, pero seguí porque le hacía bien a él y quise, era lo que me hacía sentir bien también a mí. Lo demás no importa, me sentiría igual de madre y feliz si hubiera dado biberón, de hecho dí muchos al principio con una lactancia mixta de mucho éxito. Resulta que lo más bonito de dar el pecho también lo tiene dar el biberón y es la libertad de poder elegir con seguridad lo que te hace sentir mejor.
La lactancia me dio el poder de elegir y es justo lo que hice, dicho poéticamente, la teta me hizo libre.
Ha sido el destete de mis sueños, un poco guiado por mí, pero sin malestar ni por mi parte ni por parte de Pirata. Más progresivo imposible. Tal vez me regale una última toma, o no, pero por ahora, han sido casi 3 años de lactancia que empezó mal y acabó fenomenal. Un regalo maravilloso justo cuando mas lo necesitaba, gracias Pirata, ¡cuánto te quiero!.
"Mami no queda leche casi, adiós tetita" me dio besito, me bajó la blusa y me regaló una de sus preciosas sonrisas, así fue el final de la última toma de 10 minutos, jamás la olvidaré.

8 de marzo de 2017

Legrado, tratamiento abortivo y conducta expectante

Ayer empezó el principio del fin. A pesar de haber vivido 4 abortos, cada uno ha sido de una forma.
- El primero al ser bioquímico ni me enteré, fue una regla molesta, cero expectativas respecto a un bebé, puesto que no dio tiempo.

- El segundo inició con una fuerte hemorragia de estas que asustan, pero sin dolor, a las 7 semanas con un embrión fuerte y con latido que aguantó hasta la semana 9. Como finalizó en legrado casi no tuve molestias físicas, pero sí un gran vacío.

- El tercero fue el ectópico, tratado con metotrextato, doloroso sólo al final pero eterno, con un expulsivo casi sin hemorragia ni dolor.

Éste ha sido con dolor y sangrado abundante tipo regla, aunque sin hemorragias a chorro.
Anoche empecé a notar pequeñas contracciones en la zona más baja de la pelvis, fueron en aumento, tomé analgésicos, pero seguía doliendo, tomé más analgésicos, me descompuse y tuve terribles cólicos durante media hora, me puse sudando, finalmente pasó este episodio y seguí con los dolores fuertecillos de regla y dolor de espalda. Pude dormir unas dos horas.

Esta mañana en la cita he podido ver al embrión, no entiendo cómo ha crecido tanto en una semana si la semana pasada ni se veía, he visto el fino cordón umbilical y una vesícula vitelina ya deformada.
Se podían apreciar desprendimientos de endometrio y el mismo saco embrionario ya estaba muy abajo, a las puertas.
Me han dicho que me tenían que ingresar para realizarme un legrado, la primera vez que me sugirieron esto hace casi 4 años accedí y punto, pero ya estoy mas informada (y curtida)  y he dicho que prefiero barajar otras alternativas, entonces me ha dicho de ingresarme y darme tratamiento abortivo o si prefería, tomar dicho tratamiento en casa, 4 pastillitas via vaginal y revisión ecográfica en 4 días, suele ser doloroso pero rápido y eficaz.

La conducta expectante y me ha dicho que puede ser muy doloroso a nivel físico y emocional y desagradable al poder prolongarse en el tiempo más de lo deseado y agotador por no saber en qué momento se va a producir, al final me he decantado por tratamiento pero en casa, ahora mismo no puedo permitirme estar ingresada, ya os contaré el desagradable motivo.

El legrado suele ser efectivo y rápido con recuperación breve, no ves nada, se lo recomendaría a las primerizas, te limpian a conciencia, pero inevitablemente es un raspado o curetaje y pueden quedar adherencias, cicatrices y demás, de cara a un futuro embarazo, cuantos más legrados te realicen, más riesgos hay de que las paredes uterinas tengan zonas donde no sería viable que se implantase un embrión.
Como en esta ocasión el aborto parecía haber iniciado sólo, he preferido evitar el legrado y dejar esa opción sólo cuando no quede más remedio. Ya no me asusta ver un embrioncito, a todo se hace una.

Nada más salir del hospital he ido a cumplir con obligaciones la mar de inoportunas donde he vivido el aborto de una manera muy desagradable, en una notaría, rodeada de extraños, con fuertes dolores y abundante sangrado, intentando disimular el dolor y demás, sin opción de poder tomar nada para los dolores,  si un aborto puede ser chungo, vivirlo así es infinitamente peor. He llegado a casa con una mezcla de pena y de rabia por no haberlo podido vivir en casa, tranquila y con analgésicos.
Ya no estoy embarazada.

Han finalizado las contracciones y el pequeñín ha salido con su bolsita rota, ahora descanso en casa con simples dolores fuertes de regla, cambiándome cada vez que lo preciso y mi diminuto embrioncito es ahora parte de la flor mas bonita de mi jardín.

Gracias por acompañarme.

2 de marzo de 2017

Otra semana mas

Ayer tuve la cita de revisión, yo pensaba que por fin iba a acabar esta situación, pero no, me volverán a ver en una semana más.
Se me cayó el mundo a los pies.
La ginecóloga que me atendió pensaba que sencillamente estaba de un par de semanas menos porque soy irregular.
Mi eco se podría considerar del todo normal, si estuviera de 5 semanas, pero según FUR estaría de 7+5 y según ovulación de 7+2.
El saco gestacional ha crecido de casi 10mm a 14mm en una semana, se sigue apreciando lo que parece ser una vesícula vitelina y si hay vesícula hay embrión, otra cosa es que sea muy pequeñito y no se desarrolle, pero por algún motivo mi cuerpo no se ha percatado de ello y el saco sigue creciendo con 2 semanas de retraso.
Permanecí todo el rato en silencio y sumisa (yo en silencio, increíble).Hasta que la ginecóloga me imprimió el informe con mi siguiente cita, fue entonces cuando le dije que no estoy de 5 semanas, porque hace un mes que me salió positivo el test y una cosa es que sea ultrasensible y detecte el embarazo en estadios tempranos, pero de ahí a que el test lo adivine 1 semana antes de ovular..., porque para que esa eco estuviera bien mi ovulación debería haber ocurrido entre el 6-8 de Febrero.

Se quedó pasmada y me dijo, "bueno, de todas formas vamos a verte la semana que viene y ya te prometo que decidimos algo". Fue muy dulce en su trato, con total respeto, (no como el día de urgencias con cierta auxiliar...).
Es la misma ginecóloga que me mandó pruebas tras el ectópico que nunca pude hacerme porque una compañera suya dijo que no eran protocolarias.
Me toca otra eterna semana de aislamiento, de no saber si se va a presentar hemorragia, de miedo a salir a la calle sola con el niño, puede pasar en cualquier momento o puede no suceder, de nuevo mi amiga incertidumbre me tiene los nervios a flor de piel, necesito volver a mi vida normal, pasar página.
De noche me cuesta mucho conciliar el sueño, me dan las 3 de la madrugada, cuando me duermo tengo pesadillas, no consigo descansar, me despierto con un peso en el pecho, aunque no recuerde la pesadilla al abrir los ojos, se me queda el desasosiego, de día estoy sin energía, el encierro en casa me tiene muy triste y apagada, no tengo ganas de cocinar, limpiar, de nada. Lo único que me alivia es cuando libra papá Pirata y salimos al campo o al mar, me relajo porque sé que si se produce el aborto de golpe es meterme en el coche y aparecer en casa, entonces desconecto. Me siento terriblemente sola, necesito contacto humano además de el de mi niño.
Me ha sentado fatal esta prórroga, sólo deseo cerrar los ojos y no abrirlos hasta que esto haya terminado y poder disfrutar de mi Pirata sin miedo a pisar la calle, volver a la piscina, los parques, ver gente, relacionarme, hablar de algo distinto, recuperar mi vida...
Paciencia, solo paciencia y desear que pasen rápido las horas eternas, donde ni yo me aguanto de lo irritable que estoy.
No es tan grave como lo veo ahora mismo, se que este malestar tiene fecha de caducidad, una vez pase os aseguro que esto no es tan duro, es que os lo estoy contando en directo, en caliente, como se suele decir y con la sensibilidad a flor de piel.
Gracias a todas por vuestra compañía, mensajes y cariño.