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19 de octubre de 2017

Cuando la Beta no duplica


La beta (HCG) es la hormona por excelencia del embarazo, se detecta tanto en test de embarazo como en analíticas de sangre, empieza a manifestarse en nuestro organismo a las 48h de la implantación del embrión en las paredes uterinas.
La implantación sucede entre el 6º y 10º tras la fertilización del óvulo. Por eso muchas mujeres obtienen un test positivo bastantes días antes de la falta. Para que estos datos tengan validez, tendrás que conocer el momento exacto de tu ovulación y yo, lo conocía.
4-5 días antes de la falta yo ya el amago de sombra en el test de embarazo, que se iba marcando cada día un pelín más, casi nada y me temí otro ectópico, de todos mis abortos fue el más pesado y complejo, es... eterno.

Mi beta a las 4 semanas era de 140.
La beta una vez se detecta embarazo suele duplicarse entre 48-72h.
Así que a los dos días me hice por mi cuenta una segunda beta y... no duplicó.
                                                         
                                                       ¡¡ TRIPLICÓ!!

De 140 pasó a 484, de hecho casi cuadruplicó, la chica tuvo que repetirme la cantidad 4 veces.
Vale, esto es nuevo y no me lo esperaba.




Entonces recordé que en el ovario comunicante me dejaron los dos óvulos para las relaciones programadas, porque en estos casos es mejor no tocar y sólo me tocaron el derecho porque no comunica y me jugaba una hiperestimulación.

¿MELLIZOS?


Me encantaría poder tener mellizos, antes de saber que era infértil fantaseaba con la idea, era como un sueño, si pudiera, por desgracia mi útero es unicorne y una noticia así sería un caramelo envenenado, casi no cabe un solo bebé por lo que dos son absolutamente inviables, eso siempre me lo han dicho claro. Aunque esa posibilidad era muy remota, puesto que por la posición de mi útero ya es difícil que implante un bebé, dos es una entre un millón, me informaron de que en ese hipotético caso debería de someterme a una reducción embrionaria, donde aspiran a un embrioncito y hay un riesgo de sangrado, despegamiento y posterior aborto del otro, con la suerte que tengo...
He vivido muy de cerca el caso de una amiga a la que le recomendaron esta reducción, la cual no se hizo y efectivamente acabó con trágicas consecuencias. Si yo he sufrido su caso muchísimo, no quiero imaginar ella. No es algo que le desearía ni a mi peor enemigo.

En mi cabeza empezaron miedos nuevos, dudas, búsquedas en google sobre hormonas que triplican, todas mis búsquedas me llevaban a embarazos múltiples.
Empecé a dudar de las medidas de este laboratorio porque era uno distinto o a pensar que a lo mejor mi bebé empezó lentito y luego se puso al día, por eso no marcaba los test...

Para descubrirlo, tocaba esperar otras dos semanas donde me harían la primera eco. 
Y ésta me guardaba una sorpresa fatal que ni en mis peores miedos ni presentimientos había llegado a contemplar...


18 de octubre de 2017

El día de la BETA, el más doloroso de mi vida

La "maravillosa" beta-espera... 2 semanas desesperantes tras un tratamiento bastante agresivo, exigente, doloroso y caro, muy caro.

La primera semana ni me enteré, la segunda empezaron los nervios, no me asustaba un negativo, le tenía pánico a un positivo suave...
Intenté olvidar mis experiencias previas, pero es difícil, de nuevo coincidía una nueva fecha de NO-PARTO y es más que evidente que de nada sirve tener la mente positiva, las últimas veces no me sirvió más que para que después el golpe fuera más duro.
Debí de calcular mejor este tratamiento para evitar que coincidiera en el tiempo y evitar un poco el Déjà vu.
Pero sucedió, me vi en mi fecha de NO-PARTO con un nuevo test positivo en las manos, esa maldita sombra, esa maldita línea que no termina de marcarse con el pasar de los días...

"No tiene por qué repetirse, no te va a pasar siempre, nadie tiene tan mala suerte, mente positiva" blablabla. Puede repetirse y lo hace. Basta de autoengaño y a ver si aprendes bonita. (Mis conversaciones interiores, sí, todo muy cuerdo, ya ya)

Cuatro días antes de la analítica yo sabía que estaba embarazada, de hecho dije al que me sacó la muestra, "yo se que va a salir positiva, pero muy bajita".

Ese día me dolían los ovarios, un dolor de regla in crecendo empezó a fastidiarme justo al salir de la analítica, tuve que entrar a una farmacia a por analgésicos, paramos en una cafetería dispuesta a desayunar para tomar las pastillas y se desencadenó el infierno.
A 70km de casa, en una ciudad que no conocemos muy bien, sin tarjeta de la S.Social encima, empecé a e experimentar el dolor físico más intenso de toda mi vida, al llegar al coche el dolor había superado con creces el dolor de mi parto, un pinchazo fortísimo en el lado izquierdo que me hizo gritar, yo que ni un suspiro dí pariendo, grité de dolor, por primera vez en mi vida y al comprobar que cada vez dolía más y más, grité de miedo.
Perdidos en una ciudad, buscando un hospital, mi marido asustado, yo retorcida, llorando, gritando y en mi interior sentía que yo no conocía a esa mujer, yo tolero muy bien el dolor, me contengo, pero aquello me podía, intentaba relajarme sin éxito y entré en pánico, creí que me moriría en el coche, que no volvería a ver a mi niño... Y lo supe, se acabó, si salgo de esta no habrá más intentos.

"¡Me voy a morir aquí!" le dije al pobre de Papápirata, llamamos al hospital y no dejaban de pasar la llamada de unos a otros, yo escuchaba a mi marido repitiendo una y otra vez lo que sucedía y no se ponían de acuerdo a qué hospital mandarnos.  Acabamos llamando al 112.
Aquello fue para olvidar, entré en volandas por la puerta, me colocaron en silla de ruedas y luego en camilla, me desnudaron y empezaron a preguntarme, yo me mordía los carrillos para no gritar, para contestar, me pusieron una vía y multitud de analgésicos y pasó la pesadilla. Aquello fue dantesco y me dio vergüenza, debí parecer una histérica, de hecho es lo que pensaban hasta que me hicieron la eco...
Pensé, esto es otro aborto, ¿un ectópico de mellizos y por eso se manifestó tan pronto?. En el hospital lo consideraron como mi 5º aborto.
En menos de 2 horas volvió el dolor, esta vez me pusieron más dosis, me hicieron eco y vieron un enorme folículo en el óvulo izquierdo, más bien mi quiste, que ha crecido. Dejaron de mirarme como si fuera una demente.
El otro ovario estaba lleno de hematomas debido a la punción de 14 días antes, de la que por cierto, desperté fatal con muchas nauseas y algo de dolor. Mi interior estaba destrozado, ensangrentado, hinchado...
El día de la Beta lo pasé ingresada y sola. Papápirata tuvo que volver a casa para recoger a Pirata del cole, de todas formas donde me tenían metida no podía haber acompañantes.

Por la tarde me llamó el gine de la clínica de fertilidad: "Enhorabuena, estás embarazada"
Yo le dije "sí, lo se, me hice test, pero es baja, ¿verdad?
Pero el gine me dijo que era de 140, que por encima de 100 estaba perfecta para las 4 semanas de embarazo y me dio cita para mi primera eco a las 6 semanas.
Le conté que estaba ingresada y lo cierto es que estuvo preocupado y me ha estado llamando para ver como voy. Bien por el gine, punto para la clínica.
Depende de la tabla de referencia una Beta de 140 era baja o normal.



Por fin me dieron el alta, me recetaron la progesterona y heparina, que hasta el momento no me entraba por la seguridad social y me fui a casa, asustada por si ese dolor volvía. Nunca volvió.

Ese día no tuve un aborto y fui feliz por volver a casa con mi niño.
Creo que dejaré de decir ¿qué más puede pasarme? porque después la vida responde y no me gustan nada sus respuestas últimamente.

¿Experiencias con Betas?