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4 de agosto de 2012

Morir antes de nacer

El 31 de Julio a las 03:15 de la mañana nacía Ainara, un parto lleno de dolor emocional, sin ápice de ilusión, ya que hacía horas que les habían dicho: su bebé no tiene latido.
"A" nació sin vida, con la cara gordita, labios carnosos y muy rojos, con unos grandes ojos, cerrados....
Al recibir la noticia de que la niña de mi amiga había muerto mi reacción fue gritar,llorar,dejarme caer y emprenderla a puñetazos con el suelo. Primero lloré por la niña, después por mi amiga... El mismo día 31 a casi las 12 de la noche puede hablar con mi amiga, destrozada, no le prugunté como estaba, yo ya lo sabía. Al dolor se suma el miedo de una primeriza a la maternidad, lo que era lo más bonito del mundo ahora se ha convertido en lo más terrorífico.
A la mañana siguiente enterraban a la pequeña, mientras su madre seguía ingresada en el hospital, con el corazón lleno de desolación y el vientre vacio.
Aquella mañana llegué al hospital y no fui capaz de entrar a la habitación porque la puerta estaba cerrada, permanecí allí de pie, intentando no llorar, la habitación 310 de la planta de maternidad, donde todas las madres tenían con ellas a su bebé, dormidos, mamando o sencillamente llorando, ese llanto maravilloso que te dice que hay vida allí. Su habitación estaba en silencio total.
Cuando el marido de mi amiga abrió la puerta me dije: voy a ser fuerte, le abracé en silencio, pero al entrar y ver a mi amiga... lloré,aunque no quería, como no llorar, si hemos crecido juntas en lo bueno y en lo malo, si igual que pude sentir su felicidad cuando me dijo:estoy embarazada en ese momento pude sentir todo su pesar y su miedo.
Me contó todo el proceso, mientras su esposo fue a enterrar a la niña con su suegro, cuando su marido llegó nos dijo que cuando cerraron el nicho puso su mano en el cemento fresco y dejó su huella: para que mi niña no esté solita, nos dijo con los ojos enrojecidos. Escuchar eso de boca de él, que es un hombretón, que se ve tan fuerte parte en dos a cualquiera.
Pero los momentos duros siguieron llegando, cada vez que entraba alguien en la habitación que aún no habían visto afloraban los sentimientos y lo peor fue la salida del hospital con los brazos vacíos mientras se escuchaban de fondo llantos de bebés.
Han pasado 4 largos días. Me ha sorprendido la cantidad de papeleo que los padres se ven obligados a hacer sin demora incluso en estos momentos tan duros. Por suerte su hermana ses encargó de todo y yo la acompañé, fue agotador, me alegro de haberla acompañado, porque ha sido durísimo tener que contar a la doctora, la mutua, las tiendas donde hemos devuelto las cositas de la niña, etc,contarles todo lo sucedido, repetirlo una y otra vez, llorando delante de desconocidos, qué dificil ha sido, pero por suerte ya hemos cerrado ese capítulo, ya solo queda devolver el cambiador y la minicuna....
Aunque su doctora no lo sabía a mi amiga le pertenecen sus 16 semanas de baja maternal, porque no ha sido un aborto ( practicamente igual de terrible) sino un parto, ha sido madre y  las leyes españolas se lo reconocen. 
Ahora está en casa de su madre, recibe muchas visitas, a veces demasiadas, yo voy y vengo, no quiero molestar e intento no estorbar, sólo quiero intentar que se sientan mejor, ella, su hermana y su madre. No dejo de pensar qué puedo hacer para ayudar. Creo que iré cada día que ella quiera, haré cada cosa que me pida, por tonta que sea, ya que no puedo hacer más y cuando la cojo de la mano sólo me concentro en cosas positivas y cosas buenas que deseo que le sucedan, aunque sé que esto que ha pasado es para siempre yo le deseo miles de cosas para que la compensen, lo que más le deseo es lo que ella quiere, un bebé sano y si pudiera ser una niña, porque es lo que ella anhela.
Le he dicho que esto es muy grande para cualquiera, pero que como muchas madres que han pasado por lo mismo me han dicho, que hay una luz al final del camino y que no es necesario forzar la recuperación, que tan sólo tiene que ir pasito a pasito, sanando, y mientras tanto yo estaré cerquita dándole la lata, cuando le digo esas cosas ella sonríe, es tan buena y tan dulce, conmigo y con todos, por eso no me sorprende la cantidad de gente que se la visita cada día,ella se merece que le devolvamos parte del cariño que siempre tiene para dar a todos. Es realmente una persona que desde niña ha sido para mí ejemplo e inspiración.
Siento escribir estas cosas en un diario que trataba de crear vida, sobre todo porque he decidido parar un tiempo mi búsqueda, ya que ella no quiere ver embarazadas ahora mismo y yo no soportaría que mi embarazo la dañara, me ha costado tomar esta decisión y mi marido no está de acuerdo, pero haré cualquier cosa para evitarle un daño mayor, además, ella piensa en buscar nuevamente otro bebé en poco tiempo, así que si la vida así lo quiere, tal vez estemos las dos embarazadas al mismo tiempo, tal vez así, se sienta más acompañada y se desahogue conmigo cuando le invada el miedo.